Los primeros días

Hola de nuevo. Hoy comienzo mi relato con un repaso a los primeros días de estancia en este país desconocido. Desde que hemos llegado, hemos visto el sol 2 o 3 veces, y no he podido tumbarme en la ventana para acaparar unos cuantos rayos. Me asomo mucho por la ventana y veo gente pasar constantemente en sus bicicletas; gente de todas las edades e incluso razas, ya que la diversidad étnica parece ser grande. Aunque, ¿qué sabe un gato de estas cosas?.

Me ha resultado especialmente entretenido ir con Carmen y Javi al supermercado; aquí hay una franquicia llamada Albert Heijn que se puede encontrar en cualquier rincón de la ciudad. Hacer la compra no ha tenido mucho misterio porque las cosas se parecen mucho a las de allí aunque a mí solamente me preocupaba que hubiese buen pescado (por suerte hay mucho salmón), leche y también comida de una marca conocida ¡Hay Whiskas, genial!.

Aquí en Eindhoven los horarios son, como dicen Carmen y Javi, horarios europeos: la gente se levanta muy temprano para trabajar; comen sobre las 12 y cenan sobre las 18. Las tiendas cierran a las 18 por la semana, aunque hay un día para comprar cosas que es el viernes. Resulta complicado tomarse un café en una cafetería a media tarde o disfrutar de una cerveza en alguna terraza, pero los tres hemos conseguido encontrar un sitio con terraza en el centro, donde disfrutar de un buen café en un horario más español.

Mis horas de siesta no han variado, ¡por suerte!. Puedo dormir toda la mañana y parte de la tarde, si Carmen no me molesta mucho; y ya cerca de la noche puedo jugar con Javi un rato cuando vuelve de la calle.

Me olvidaba de contaros mi descubrimiento de una de las cosas típicas de Holanda y que me tiene fascinado; aunque eso, es otra historia...

Miau


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First days

Hi other time. Today, I begin my story with a review of the first days that I have expended in this unknown country for me. Since we are here, I have seen the sun 2 or 3 times, and I couldn’t lie down in the window to monopolize some rays. I look out the window much and I see people constantly pass on their bikes: people of all ages and even races as the ethnic diversity seems to be really huge here. Although, who does a cat knows about this stuff?

 It was specially funny to go to the supermarket with Carmen and Javi; here, there are a franchise called Albert Heijn that you can find in every corner of the city. Shopping was not difficult because the things here are similar to the things that you can find in Spain but I was a little worried about the possibility of get good fish (luckily there is a lot of salmon), milk and food of a known brand: There is Whiskas, great!

In Eindhoven the schedules  are, as Carmen and Javi say, European schedules: people wakes up early to work, have the lunch at 12 and take the dinner at 18. The stores close at 18 during the week, although the Fridays they open more time to allow the people to buy things. It is difficult to find a place to take a coffee at the middle of the afternoon or enjoy a beer in a terrace, but we have found a place with terrace in the center of the city where I can enjoy a coffee in a Spanish-like schedule.

My siesta hours haven’t change, lucky me! I can sleep all the morning and part of the afternoon if Carmen doesn’t annoy me and, reaching the night, I can play with Javi when he arrive from the street.

I forget to tell you about a discovery that I have made here of one of the most typical things in Netherlands. It has me totally delighted but this is other story…

Meow